No exageramos al decirlo así: actualmente se viven cambios violentos en el tema de Salud. No es un secreto para nadie, por ejemplo, el aumento de una población envejecida. A ello se suman la resistencia a los antibióticos y la alta cronicidad, para complicar el escenario.
En medio de tal contexto, las empresas de seguros médicos van en aumento. La necesidad de más y mejor accesibilidad de los seguros médicos en USA las vuelve casi imprescindibles. Por eso resulta paradójico que su modelo de negocio tradicional esté quedando rezagado.
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EN LA CUERDA FLOJA
Hay que recordar que este tipo de negocios maneja un bien humano: la salud de sus clientes. Estas compañías no proveen directamente un bien material. Actúan como un mediador entre los servicios sanitarios y el paciente necesitado. Y se ofrecen reglas de negocio que deben facilitar el acceso a la solución de un problema sanitario.
El problema es que esos intermediarios a menudo actúan más como obstáculos en el camino. Pululan sistemas plagados de burocracia, en que los intereses pueden competir en lugar de integrarse. Los incentivos del paciente, los de los servicios sanitarios, y los de la propia aseguradora.
En contraste, la acelerada revolución tecnológica pone en el escenario nuevos modos de intercambio con los clientes. Canales digitales que permiten a los pacientes-clientes acceder de modos más cómodos y aparentemente confiables.
Aceptados y aprendidos, estos nuevos canales podrían ser un mundo de renovación para las aseguradoras. Pero también podrían generar mejores tratos para los pacientes-clientes. Sobre todo, en el paso de un modelo transaccional y cortoplacista a otro relacional y a más largo plazo.
En tal juego, el negocio de seguros debe mirar de frente su nueva realidad. La necesidad de adaptarse a las exigencias y posibilidades del nuevo mundo digital.
Las opciones llegan tan lejos como las teleconsultas, que no solo abaratan los costos de la asistencia, sino que propician un ambiente de cercanía. Así, el medio digital logra mayor satisfacción de los pacientes, y el seguimiento sanitario a largo plazo.
Ante tales expansiones, el modelo tradicional de seguro se queda muy atrás. Las aseguradoras son presionadas a una visión más integral de la atención al paciente. La vieja mentalidad de proveer un servicio para una crisis es llevada a la de un proveedor de seguimiento.
Esta es la verdad actual que más de una compañía de seguros está comenzando a comprender.
Y AQUÍ LLEGA OSCAR
Y ante tanta urgencia de un cambio llega la contrapartida digital: Oscar Insurance
Cantada y alabada en los medios, Oscar Health revoluciona seguros médicos en USA. Y parece simplificar todo el papel del asegurador con un chasquido de dedos.
Con sede en la ciudad norteamericana de Nueva York, Oscar Health fue fundada en 2012. Su eslogan es “un seguro médico simple e inteligente”. Y se puede decir que lo cumple a cabalidad.
Desde el diseño de su web hasta los modos de interacción con el servicio. Todo se basa en la facilidad.
Ha resuelto el problema de la burocracia y la desinformación a los clientes con un proceso de contratación a la distancia de un clic. Y encima ha reenfocado la búsqueda de proveedores de servicios sanitarios a los centros con mejores resultados científicos y precios.
La inspiración para conectar tan bien con los usuarios nació de la empatía. Mario Schlosser, CEO de Oscar Health Insurance, fundó Oscar con Kevin Nazemi y Josh Kushner. Pero la idea surgió después de que Schlosser tuviera que buscar atención médica para el embarazo de su esposa.
Con tal comprensión del proceso de búsqueda, la revolucionaria compañía de seguros Oscar Health logra recuperar el espíritu de lo que un asegurador médico debe ser. Y le añade la rapidez de acceso del medio digital.
Para completar su rol de acompañante sanitario, Oscar cuenta con la aplicación de modelos predictivos de utilización. Además, facilita el acceso gratuito a teleconsultas, y acompaña la navegación del paciente.
Oscar Health no solo compite, sino que reta la eficiencia de las aseguradoras a adaptarse al nuevo contexto o morir.
Al romper con los esquemas habituales, Oscar Health revoluciona radicalmente el concepto de seguro médico privado. Compite y reta a los negocios tradicionales. Y sin duda, viene a traer una bocanada de aire fresco a la provisión de servicios con fácil acceso.
OSCAR HEALTH JUNTO A SU CLIENTE
Su punto de vista revierte el enfoque del negociante y lo lleva nuevamente al paciente y su bienestar. Para ello, vuelve todo el proceso muy accesible y fácil de comprender.
Simplificar la cobertura y la navegación por parte de los pacientes parece ser su clave. Y lo cierto es que lo consigue con creces.
Por si fuera poco, sostiene un sistema de gratificaciones a través de premios a los clientes que realizan actividad física o por obtener novedosos programas médicos.
Además posee un equipo de consejería disponible, que responde a reclamaciones y guía en la búsqueda de servicio.
LOS NUMERITOS JUNTO A LO SOCIAL
Apenas a siete años de fundada, Oscar ha realizado grandes inversiones internas y se expande a nueve estados. Este pionero del uso tecnológico para los servicios de seguro médico ha puesto bien alta la bandera.
Otro de sus logros es el aumento de inscriptores, que hizo que en 2018 fuera nombrado entre los 50 principales «disruptores» por CNBC.
En el plano social, la compañía ha hecho alianzas que favorecen a los pacientes. También ha trabajado con Humana para ofrecer planes de salud para pequeños empleadores.
Otra de las alianzas ha sido el sistema de premios por pasos. Con el seguimiento desde el dispositivo móvil, Oscar premia junto a Amazon el alcance de cierto número de pasos. Las bonificaciones pueden llegar hasta a más de 200 dólares.